CIRUGÍA ORTOGNÁTICA

La mandíbula inferior se aprecia muy pequeña o retraída respecto al maxilar superior. Cuando existe una retrognatia se ve claramente cómo los dientes de la mandíbula quedan en exceso por detrás de los dientes superiores.  Esta condición anatómica suele provocar problemas en la articulación temporomandibular y conlleva un estrechamiento de la vía aérea que puede ocasionar un síndrome de apnea del sueño.

La mandíbula inferior se aprecia muy desarrollada respecto al maxilar superior. En la Clase III ocurre justo lo contrario que en las retrognatias. Aquí la mandíbula está adelantada respecto a las estructuras dentales superiores, generando un claro problema de mordida. Este problema funcional impide una correcta masticación de los alimentos, pudiendo ocasionar problemas gástricos.

Los dientes superiores no llegan a contactar con los dientes inferiores. Suele estar causada por hábitos como el uso prolongado del chupete en la edad infantil, la succión del pulgar y el hábito de interposición lingual o deglución atípica.

En las asimetrías faciales, vamos a encontrar muchas variaciones. Por ejemplo, que la línea media superior y/o mandibular estén desviadas hacia la izquierda o la derecha, que el plano de los dientes esté completamente inclinado hacia un lado u otro y que el desarrollo de una mitad de los huesos de la cara se haya desarrollado más que el otro lado.

El procedimiento más habitual es el avance mandibular en pacientes que tienen la mandíbula pequeña o retraída (Clase II). Con esta cirugía se consiguen corregir problemas funcionales, como la apnea del sueño, así como mejorar la armonía facial inferior y la estética completa del paciente .

Con la cirugía maxilar se coloca correctamente el maxilar superior en cualquiera de las 3 dimensiones. Se corrige si está inclinado, para cerrar una mordida abierta o tratar una sonrisa gingival. Con esta cirugía se consigue la armonía facial del paciente, aportando un adecuado soporte labial que dará como resultado una bonita sonrisa y una buena funcionalidad.

En la mayoría de los casos de cirugía ortognática se requiere la reposición tanto del hueso maxilar superior, como la mandíbula, para conseguir una buena correlación dentoesquelética o Clase I, funcionalidad y mejoría de la estética facial.

En primer lugar, es preciso realizar una buena toma de registros, fotografías, radiografía panorámica y lateral y un escaneado en 3D de los dientes y mordida del paciente. Con estos registros se realiza el diagnóstico y un estudio para poder ofrecer la mejor opción terapéutica.

En una primera visita, el cirujano maxilofacial y el ortodoncista especializado realizan una valoración conjunta para establecer el plan de tratamiento. La colaboración entre el departamento de ortodoncia y el de cirugía maxilofacial es fundamental en estos casos. Por ello, en la Clínica Marta Vallés contamos con un equipo con amplia experiencia en las distintas áreas de la odontología y la cirugía maxilofacial.

Es la ortodoncia que se realiza antes de la cirugía, para preparar los dientes y dejarlos en una buena posición respecto a los huesos del maxilar y de la mandíbula. Antes de la intervención quirúrgica es importante colocar bien los dientes para lograr una mordida adecuada cuando vayamos a realizar la cirugía.

La duración de la ortodoncia pre-quirúrgica depende de cada caso, pudiendo oscilar entre 8 y 18 meses. Esto depende de las necesidades propias de cada paciente.

En esta etapa, el paciente se realiza un TAC facial, con el que se hará la planificación en 3D de la cirugía, en la que se calculan los movimientos óseos de la cirugía al milímetro de forma virtual. Gracias a la tecnología implementada en nuestra clínica dental en Torrevieja somos capaces de diseñar un acto quirúrgico predecible, preciso y seguro.

La planificación del abordaje completo la realiza el cirujano maxilofacial en conjunto con el ortodoncista. 

La cirugía ortognática se lleva a cabo bajo anestesia general y requiere una o dos noches de estancia en el hospital. Siempre buscamos ofrecer a nuestros pacientes las mejores condiciones de seguridad. El marco hospitalario del Hospital Quirónsalud es fundamental para aportar una garantía de éxito en cada caso.

El postoperatorio lo realiza el paciente en su casa: reposo relativo y dieta triturada las primeras semanas. Generalmente, se recomienda un periodo de convalecencia de 2 a 3 semanas antes de retomar la actividad laboral.